Te pareces a mí
Eres tosca y llena de imperfecciones
Nadie te ha llamado pero apareces incólume
Como aquellos niños que piden en el semáforo
Nadie te quiere
Pero te quieres tanto
Que tu amor sobra para darte y darle a otros
Sobresales entre otras
Por ser tan implacable
Que parecieras grosera
Te faltan unos toques
Pero, Que mas da,
No existes para lucírtele a nadie
Eres la simple personificación del descuido
Y vaya que descuido!
Treinta y tantos días colman tu existencia
Y a todo el que te ve le parecen siglos
Si supieran lo bien que me siento contigo
Te dejarían vivir tranquila
Fea, Larga, Descuidada
Siendo joven y aparentando tan vieja
Lamento tanto tener que
Deshacerme de ti un día
Pero de corazón te digo, Barba mía,
Eres el reflejo de mis penas.
viernes, 11 de enero de 2008
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4 comentarios:
Genial mi hermano, me gusta esa comparacion te quedo original...
Sin dudas, tú y tu barba en esos días uno complemento del otro.
Bien, bien. Primera vez que leo un poema dedicado a la barba. Son tantas la historias que puede transmitir una de estas. Tu historia se plasmó muy bien.
Saludos
podran ser el reflejo de tus penas pero es bueno ke de ves en cuando seas tu y si te gusta dejatela olvidate del ke diran los demas, pues la ternura de tus ojos resaltan mas que lo grotesco de tu barba.-
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