jueves, 25 de diciembre de 2008

Una Despedida

´´...Aunque todos los hombres matan lo que aman, que lo oiga todo el mundo, unos lo hacen con una mirada amarga, otros con una palabra zalamera; el cobarde con un beso, el valiente con una espada.
Unos matan su amor cuando son jóvenes, y otros cuando son viejos; unos lo ahogan con manos de lujuria, otros con manos de oro; el más piadoso usa un cuchillo, pues así el muerto se enfría antes.
Unos aman muy poco, otros demasiado, algunos venden, y otros compran; unos dan muerte con muchas lágrimas y otros sin un suspiro: pero aunque todos los hombres matan lo que aman, no todos deben morir por ello. ´´

Oscar Wilde, The Ballad of the Reading Gaol.


Por Inercia, por tristeza
Por amor, por insolencia
Por el pan, por el vino
Por la calle, por el camino

Por el azul, por el gris
Por el color, por tu matiz
Por la sangre, por el gemido
Por el polvo, por el rugido

Por los años, por los siglos
Por el instante, por el zumbido
Por la piedra, por el maíz
Por la ciudad, por tu nariz

Por tu cama, por la de tu hermana
Por la de tu madre, por la de tu nana
Por mi baño, por tu balcón
Por tu minuto, por tu milenio
Por tu humor, por tu mal genio

Tal vez por eso...
Adelantarías mi muerte así sea un segundo
Cargarías con ella en la memoria de tu mundo
Tan solo con robar un poco de mi inocencia
Tan solo con descargar tu insolencia
En unos lienzos de poco color
En un aceite de poco sabor
Deslumbrar al mundo, apagar mi vida

Yo en mi último respiro, desplegando mi suspiro
Cuando el puñal con su filo mata mi piedad
Cuando el veneno me atraviesa, matando mi humildad
Te digo que te quiero y me lanzo hacia el final

Dejo en tus manos mi sangre, las huellas de mi amor
Dejo en tu vientre mis semillas, germinando mi dolor
Dejo en tu cabeza mi presencia, desvelando tu sueños
Dejo en tu alma mi recuerdo, acompañándote en tus senderos

En fin, Adiós.